lunes, 11 de enero de 2010
ELISEO MARTÍN, UN ATLETA QUE YA ES HISTORIA
Eliseo Martín nació en Monzón el 5 de noviembre de 1973 y desde joven se dedicó a practicar uno de los deportes referencia de la localidad mediocinqueña, el atletismo, con el que ha alcanzado cotas muy altas. No es casualidad que Eliseo viera la luz en Monzón y triunfara en el atletismo, en tanto que con sólo 15.000 habitantes, ya había dado antes al Alto Aragón atletas que alcanzaron el clímax con su participación en las Olimpiadas. Eliseo Martín se sumó así a Álvaro Burrel –ahora Director General de Deportes del Gobierno de Aragón- y Javier Moracho, junto a la tenista Conchita Martínez y el esquiador Delfín Campo.
Eliseo empezó a destacar pronto en las competiciones provinciales y regionales en el cross y el medio fondo y en las pruebas de obstáculos. Esos buenos resultados cosechados se consumaron a nivel nacional con el título de Campeón de España junior en 1.000 metros lisos en 1992, siendo en ese mismo año séptimo en Seúl en el Mundial de la categoría. A continuación, en 1994 y 1995 se adjudicó el Nacional Promesa en 3.000 metros obstáculos, la que a partir de entonces sería su prueba en la modalidad de pista.
Una lesión le tuvo en el dique seco durante algún tiempo y Eliseo no acudió a las Olimpiadas de Atlanta 1996. Pero eso pareció hacerle tomar mayor fuerza a Eliseo, un corredor sacrificado que destaca por su consistencia y solidez, y entre 1998 y 2005 el montisonense compitió en todos los campeonatos importantes nacionales e internacionales.
Campeón de España de 3.000 obstáculos en 1999, séptimos en los Europeos de Budapest 1998, sexto en los Mundiales de Sevilla 1999, sexto en las Olimpiadas de Sydney 2000 y quinto en el Europeo de Munich 2002 esos buenos resultados precedieron a su gran temporada, el 2003, en la que fue nombrado atleta del año por la Federación Española de Atletismo. Sus méritos: el Campeonato de España y una medalla de bronce en el Mundial de París 2003.
Ha sido sin duda esa, y lo será para siempre, la de la capital francesa, la mejor carrera de Eliseo Martín. No obstante, ese metal, ese bronce, es el primero y único que ha logrado un atleta blanco en los 3.000 obstáculos ante la legión de atletas africanos o de origen africano que monopolizan el cajón de esta disciplina atlética en todas los principales eventos del calendario. Su mejor marca, 8.09.09 data precisamente de aquella antológica cita de París en la que el de Monzón se comió a dos oponentes en los últimos 200 metros.
Eliseo continuó teniendo buenos resultados a partir de entonces bajo la tutela de su inseparable entrenador, Phondy García, y en los brazos de su club de toda la vida, el Hinaco Monzón. Novenos en las Olimpiadas de Atenas 2004 y séptimo en el Mundial de Osaka 2007, Eliseo siguió en la élite del atletismo nacional e internacional.
El deportista altoaragonés ya no pudo llegar a las Olimpiadas de Pekín 2008 aunque su empeño y su dedicación le han llevado en la anterior campaña, en 2009, a ser noveno en el Mundial de Berlín, lo que sin duda le animarán a seguir en activo dando guerra a sus 36 años. Su último triunfo fue en la San Silvestre de Zaragoza el 31 de diciembre.
miércoles, 6 de enero de 2010
LA ÉLITE DE LA ESCALADA Y SUS TRAGEDIAS
El alpinismo es una de las especialidades deportivas altoaragonesas que acumula en su trayectoria nombres de mayor peso a nivel nacional, e incluso internacional. Hablar de Huesca es hablar de Pirineo, de montañas, de naturaleza. Y hablar de Huesca y del Alto Aragón es hablar también de escaladores ejemplares y personalidades importantes en ese universo tan especial que es el montañismo.
Ha habido grandes gestas y hazañas casi épicas. Pero sus protagonistas, algunos de los mejores alpinistas altoragoneses, han tenido que pagar en más de una ocasión un alto precio por sus conquistas o por sus expediciones. Todos los clubes de montaña más destacados de la provincia de Huesca, llámese Peña Guara, Montañeros de Aragón de Barbastro, Mayencos de Jaca, Asamún, GM Sabiñánigo o como sea, han tenido que vivir en primera o segunda persona la dura realidad que a veces impone la montaña.
Uno de los días más tristes en el deporte altoaragonés se vivió en el verano del año 1995. El domingo 13 de agosto, mientras la capital, en pleno San Lorenzo, estaba en plena efervescencia festiva, un alud sepultaba en el K-2 a varios miembros de una expedición del Club de Montaña Peña Guara a la ‘montaña asesina’ causando la muerte de tres alpinistas. Javier Escartín, Lorenzo Ortiz y Javier Olivar. Pocas horas antes, en la cima del K-2, a 8.611 metros de altura, entre las nubes como cuando ascendieron el Everest, Javier, Lorenzo y Javier contemplaban el mundo bajo sus pies. En el descenso las cosas se complicaron y la entrada de una tormenta con unas condiciones de viento y temperatura extremas terminó dejando para siempre en el K-2 los cuerpos de los tres montañeros. Lorenzo Ortas, Pepe Garcés y el médico Manuel Avellanas, amigos y compañeros de aventura, consiguieron por poco salvar la vida, ya que abandonaron el grupo cerca del ataque definitivo para hollar el pico. “Hemos perdido a un grupo de estrellas del montañismo de Huesca y ahora el firmamento entero se me ha caído encima”, señaló el entonces presidente de Peña Guara, Julio Nogués. Una vez que se confirmó la noticia, la consternación fue grande en Huesca por la triste pérdida.
Pepe Chaverri, nacido en Binaced, miembro de los Montañeros de Aragón Barbastro y director del equipo nacional de Jóvenes Alpinistas, fue el siguiente referente en el montañismo altoaragonés que engordó la trágica lista de fallecidos. El 20 de junio de 2000, Chaverri perdía la vida junto a otros dos compañeros de cordada cuando se encontraban en la vía Mc Inter-Cortton, en Los Alpes, una ruta de hielo y roca de 1.200 metros de desnivel.
Escapó de las garras de la muerte en el K-2 pero encontró su final el 12 de octubre de 2001 en el Dhaulagiri (8.167). El zaragozanos Pepe Garcés, quien por aquel entonces ya llevaba seis ochomiles a sus espaldas, se precipitó al vació por una inmensa pared de hielo de la cumbre nepalí. Lorenzo Ortas, que había salvado la vida en el K-2 junto a él, recibió en Huesca la primera confirmación de la muerte de Garcés.
Y en este último verano, el 6 de agosto de 2009, el montañero tensino Óscar Pérez se sufría un accidente el Latok II paquistaní (7.108 metros), que a la postre terminaría en una desgracia definitiva. Óscar había alcanzado la cima del complicadísimo Latok II junto a su inseparable amigo Álvaro Novellón, haciéndolo además al estilo alpino por una vía nunca antes intentada. En el descenso, una fatal caída terminaba con Óscar Pérez en una repisa, a más de 6.400 metros y con varias fracturas en su malherido cuerpo. Álvaro Novellón, como Óscar, de Peña Guara, empezó entonces un intento de rescate que contó con el club oscense, con Sebastián Álvaro y con el equipo del americano Fabricio Zangrili como máximos exponentes. El 16 de agosto, en la sede de Peña Guara, el presidente, Manolo Bara, acompañado por Lorenzo Ortas y Manolo Avellanas, comunicaban que “el tiempo en el Latok se nos ha terminado”.
lunes, 4 de enero de 2010
EL CASO TONI DOBLAS, UNA MALA MANIOBRA
No anda el Real Zaragoza en su mejor momento en el regreso a la Primera División pero parece este bache una consecuencia lógica de la ineptitud que han demostrado en los últimos años sus dirigentes.
Es una verdadera lástima que el club más prestigioso e importante de Aragón ande a la deriva por culpa de unos cuantos señores que, por lo visto, no saben lo que significa el escudo del león y el sentimiento zaragocista.
Aficionados/as del Real Zaragoza, ¿cómo es posible que haya tantos individuos para gestionar un club y que, encima, éstos no den una a derechas? Ahora el Gobierno de Aragón –Bandrés y compañía- abandona el barco, se queda al frente Agapito Iglesias y sigue la tropa de bandoleros del fútbol.
Y es que Pedro Herrera, Gerhard Poschner, Antonio Prieto, Javier Porquera y Ernesto Bello, los que califica la prensa zaragozana como ‘Los Intocables’ de Agapito, han contribuido con su ineficaz e innecesario trabajo de despacho y teléfono al devenir actual del Real Zaragoza. Lo han hecho en muchos aspectos, pero me quedaré con el de conseguir dañar la imagen del club blanquillo.
Desde Huesca se da cuenta estos últimos días de un nuevo capítulo de las actuaciones del ‘dream team’ de negociantes del Real Zaragoza. El portero de la SD Huesca, Toni Doblas, había sido tentado vía telefónica por su antiguo equipo, el Zaragoza, que le sugería que propusiera él mismo al Huesca una cantidad para romper su contrato. El que llamó a Doblas (todo apunta a que fue Poschner) puso al futbolista al pie de los caballos y el Huesca, naturalmente, entendió el gesto como una ofensa.
Si el modo de actuación hubiera sido el correcto, el Real Zaragoza debería haber llamado al Huesca o, mejor aún, haber planteado una reunión. Al fin y al cabo, estos dos clubes aragoneses, aunque a veces no lo parezca, tienen firmado un acuerdo de colaboración. Pero no, estos profesionales del ‘trapicheo’ futbolístico decidieron apostar por presentar sus credenciales por la espalda.
Es, sin duda, una mala maniobra, y así lo reconocieron muchos aficionados del Real Zaragoza en varios foros de medios de comunicación, que se avergonzaban de que su equipo estuviera tanteando una pieza tan importante para el Huesca, Toni Doblas, que, por otra parte, es evidente que no es la solución maña.
El Real Zaragoza se merece unos rectores dignos del brillo de su historia y no mequetrefes que sólo miran por la efervescencia de sus cuentas corrientes. Si en Zaragoza quieren ustedes que en Huesca –y en Teruel- se aprecie más los esfuerzos de la capital, los mandatarios, en este caso del Real Zaragoza, deberían realmente hacer un esfuerzo por colaborar en el beneficio de todo el fútbol aragonés. No hay que dividir caminos. Hay que unirlos. Pero pienso que ‘Los Intocables’ de Agapito, y el propio Agapito Iglesias, no son los indicados para percibir este mensaje. Por eso, sería bueno un cambio de rumbo urgente en el Zaragoza.
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