jueves, 19 de noviembre de 2009

LA SOCIEDAD DEPORTIVA HUESCA, LA ILUSIÓN FRENTE AL PODER DEL DINERO


La Sociedad Deportiva Huesca no lo está pasando bien esta temporada en la Segunda División española. El conjunto azulgrana ocupa en estos momentos plaza en zona de descenso a Segunda B y eso, para un equipo que tardó más de 50 años en regresar de nuevo a Segunda, es una circunstancia preocupante.

El Huesca cumple este año su segunda campaña consecutiva en la categoría de plata del balompié nacional, en donde se pelea contra escuadras superiores en presupuesto. De hecho, sólo el Real Unión de Irún se atreve a discutir con los altoaragoneses sobre quién es el que menos dinero tiene en Segunda. A pesar de eso, el Huesca lucha frente a sus enemigos, teóricamente superiores, con la enorme ilusión y el firme compromiso que muestran sus futbolistas en cada partido, fundamentalmente en los encuentros de casa, al calor de la hinchada de El Alcoraz. En este ejercicio 2009/2010, hasta la fecha, no está teniendo demasiada fortuna con los resultados y le está costando arrancar más de la cuenta al combinado azulgrana.

No fue así en su estreno, en el pasado curso futbolístico 2008/09. El novato, el Huesca, se merendó a muchos de sus rivales en la capital oscense y asombró además con el descaro que mostraba sobre la hierba un equipo dirigido en la pizarra por Antonio Calderón y manejado entonces en el campo por Luis Helguera, Sastre, Camacho o Rubén Castro. Incluso el Huesca estuvo a punto de llevarse el derbi aragonés ante el Real Zaragoza, con más de 5.000 oscenses en las gradas de La Romareda. Fue una temporada dulce con un final gris pero con la salvación asegurada prácticamente 15 partidos antes del cierre de la liga.

Pero el segundo año siempre es más complicado. Y a tal expectativa se está ciñendo el guión de esta nueva campaña. El Huesca ya no es un desconocido en Segunda y los recursos económicos disponibles han limitado la capacidad de maniobra del club en el mercado veraniego de fichajes. Las bajas han sido importantes, la dupla Rubén Castro-Roberto García es historia y tampoco está en la portería Eduardo Navarro, y los fichajes en la parcela ofensiva están resultando insuficientes. Se anuncian incorporaciones para el plazo de altas que se abre ahora en Navidad, y el Huesca debe afinar bien en esos pequeños retoques que consoliden a un bloque que juega bien, que llega a controlar muchos partidos, pero que suele caer ante la eficacia rematadora de un rival con mayor poderío en la línea de vanguardia. El extremo Paco Gallardo, un ex del Sevilla con 118 encuentros en Primera a sus espaldas, será el próximo en vestir de azul y grana.

Mientras tanto, en la calle, la actualidad de su equipo y sus problemas clasificatorios son tema frecuente de debate. Al fin y al cabo, esos comentarios y esa verborrea no dejan de ser, en todas las ciudades y pueblos, la salsa del fútbol. Hoy día, en Huesca, la afición más sólida trata de empujar a aquellos que se sienten apesadumbrados por la situación actual del Huesca o de minimizar a los que son críticos con la gestión del club.

Lo de siempre, si los goles llegan cada fin de semana, no peligrará la unidad de la masa social altoaragonesa, por otra parte, uno de los principales factores en el éxito del proyecto azulgrana. Los otros factores que han posibilitado que el Huesca se haya plantado en Segunda (algo siquiera imaginable hace apenas cuatro años) habría que buscarlos en el excelente rendimiento deportivo y en la labor de Agustín Lasaosa, Raúl Ojeda o Petón en la confección de un buen equipo optimizando al máximo los recursos disponibles. En ellos, en los artífices de lo conseguido hasta ahora, recae la responsabilidad de gestionar los fichajes este invierno y conducir de ese modo al Huesca hasta la salvación en Segunda. Si jugaran los presupuestos, el Huesca ya debería estar en Segunda B. Como no es así, como el fútbol ofrece la ‘chance’ de subirse a las barbas del poderoso, la ilusión y la devoción por los colores azulgranas se mantiene firme en cada rincón del Alto Aragón.


FUENTE GRÁFICA: DIARIO DEL ALTOARAGÓN

EL DEPORTE EN EL ALTO ARAGÓN



La provincia de Huesca es un territorio extenso, con una superficie de 15.636 kilómetros cuadrados, la sexta en España, pero con una densidad de población bajísima (24,4 habitantes por kilómetro cuadrado) que hace que sólo 225.000 habitantes sean los que completen el censo oficial en todo el Alto Aragón.

Sin embargo, pese a la poca población respecto a otros núcleos importantes de Aragón o del resto del país, en lo referente a lo deportivo la provincia de Huesca ocupa un lugar superior al que le corresponde por sus datos numéricos. Y es que el volumen de deportistas de alto nivel es aceptable, como lo es igualmente el de los clubes presentes en las máximas divisiones de distintas modalidades. Además, Huesca genera en su diversidad, con sus ríos, sus bosques y sus montañas, infinitas posibilidades para la práctica del deporte y del deporte de aventura, una circunstancia que ha atrae cada año a muchos turistas y una actividad que es uno de los motores económicos en la provincia.

Las estaciones de esquí son el principal reclamo de Huesca. Con la llegada de las nieves del invierno, las estaciones de Astún, Candanchú, Formigal, Panticosa y Cerler abren sus puertas para ofertar casi 400 kilómetros de pistas enmarcadas en la majestuosidad del Pirineo aragonés. Hay esquí alpino en Huesca y existe todavía más variada gama de opciones en el esquí de fondo.

A nivel de clubes deportivos, en estos momentos la Sociedad Deportiva Huesca, que milita por segunda temporada consecutiva en la Segunda División española de fútbol, es la insignia del Alto Aragón, aunque el mejor equipo de la provincia, en cuanto a títulos, es el Club Hielo Jaca. Los jacetanos tienen en su palmarés unas cuantas ligas y copas de la máxima categoría, aparte de su habitual presencia en competiciones europeas.

El Club Baloncesto Peñas fue el emblema durante casi 15 años en la liga ACB. Eran los tiempos del Magia de Huesca, tiempos gloriosos que dieron paso a una época durísimo. En la actualidad, el Peñas es el líder de la LEB Plata, tercer escalafón en el basket nacional, y parece resurgir la llama del baloncesto en la capital oscense.

El único equipo que compite en la División de Honor de su correspondiente deporte, además del Club Hielo Huesca, es el Alfa Romeo Huesca de bádminton, que cuenta entre sus filas con Nicolás Escartín, un altoaragonés que ha disputado varios mundiales de la especialidad.

El Hinaco Monzón de atletismo, con el veterano Eliseo Martín (olímpico y medallista de bronce en un Mundial), es la agrupación atlética de mayor tradición y categoría, contando con una nutrida base de jóvenes practicantes. En Monzón también está asentado el Jaime Casas de ajedrez, club de enorme prestigio en Aragón que acaba de descender hace apenas un mes de la División de Honor.

Mención especial merece el club de montaña Peña Guara, uno de los que más socios tiene en Huesca y provincia y que abarca multitud de actividades y modalidades. Huesca es tierra de buenos escaladores y Peña Guara cuenta entre sus filas con gente de la talla de Dani Ascaso o Cecilia Buil. Los Montañeros de Aragón de Barbastro, Mayencos de Jaca o GMS de Sabiñánigo son otras organizaciones de montaña de gran arraigo entre la población altoaragonesa.

Por último, cabe destacar que la caza y la pesca también son prácticas muy desarrolladas en toda la provincia de Huesca y un movimiento temporal que mueve siempre un buen número de personas en ríos y en montes.